!Devoción  a  la  Virgen  de  la  Altagracia!

 
 
Por Rita Mendoza

   La devoción del pueblo dominicano  hacia Nuestra Señora de la Altagracia tiene sus orígenes desde la época colonial. La historia sobre la madre y protectora espiritual de República Dominicana, se remonta hacia al 12 de mayo de 1502, cuando los hermanos Trejo procedentes de Plasencia, localidad de la Comunidad Autónoma  Extremadura, España,  llagaron con la imagen de la Virgen a la  Villa de Salvaleón de Higüey.

   ¡La más Alta Gracia venida de los cielos! Como su nombre lo indica, posee otros orígenes como el de  Juan Elías Moscoso en 1907 que habla de un colonizador español dedicado a la venta de ganado que vivió hace más de tres siglos en la Villa de Higüey.

   Relata la historia que este colonizador español tenía que viajar constantemente a la ciudad de Santo Domingo,  actual capital de República Dominicana.   En uno de sus viajes, sus dos hijas le pidieron un encargo: su hija mayor le pidió que le comprara vestidos, cintas, encajes y otros accesorios femeninos;  Por su parte  la hija menor solo le pidió que le llevara la imagen de la Virgen de la Altagracia, aquella que había  visto en sueños.

   El padre buscó insistentemente a la Virgen de la Altagracia, preguntó a los Canónigos del Cabildo y al mismo Arzobispo, quienes le contestaron que no existía tal advocación, nadie había escuchado hablar de esa  Virgen.

    Agotado por el viaje decidió pasar la noche en  casa de unos amigos en la  localidad   Los  Dos  Ríos.  Mientras cenaban,  se refirió a los regalos que sus hijas le habían pedido y lo triste que estaba al no encontrar a la Virgen  desconocida.

     Un anciano  que  iba  de  paso  pidió  posada en la casa,  justamente cuando el colonizador hablaba sobre la  Virgen de la Altagracia,  el anciano le dijo  que él tenía la pintura de la Altagracia y se la obsequió. Era  la   hermosa imagen  de María adorando a un bebe que estaba en sus pies en una cuna.

   Al dìa siguiente, antes de partir hacia Higüey  el padre de las niñas  fue  en busca del anciano para despedirse y agradecerle nuevamente por tan valioso regalo,  pero para su sorpresa el bondadoso señor  ya no estaba, había desaparecido sin dejar ningùn rastro. 
 

   La hija menor estaba ansiosa esperando  la llegada de su padre al pie de un naranjo. Fue en ese lugar en donde la niña mostro a todos los habitantes de la zona un  21 de enero, la imagen que había visto en sus sueños,  desde ese momento  fue venerada  la Virgen de la Altagracia y justamente allí, en donde está  el  naranjo se  edificó el primer templo en su honor.
 
 
 
Cada año millones de devotos  de todas partes del país, visitan  la Basílica de Nuestra Señora de la Altagracia en  Higüey, para agradecer  los milagros concebidos y cumplir las promesas  hechas a la Virgen. La Basílica  de la Altagracia es uno de los santuarios màs concurridos del Caribe.





   En el interior   de la Basílica,  permanece  el cuadro de la Virgen de la Altagracia. El ícono recubierto de oro puro y piedras preciosas representa la natividad de Jesús, la Virgen, de rostro sereno  y su   mirada puesta hacia el niño en el pesebre   ocupa el centro del cuadro, cubierta con un manto azul salpicado de estrellas y un escapulario blanco.

   En su cabeza lleva una corona dorada de donde  emana un resplandor rodeado de doce estrellas. En el lienzo se puede ver la imagen de San José observando la ternura de la Virgen al contemplar al niño Jesús;  al otro lado la estrella de Belén, la misma que guio a los Reyes Magos hasta Belén. 

 
 
  República  Dominicana  es un pueblo de fé bendecido por Dios, quien le ha entregado a la Virgen de la Altagracia  como su patrona y protectora. La Virgen Madre viste los colores de la bandera Dominicana y forma parte de la identidad nacional.

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